Pero ese día quizás pase a la historia después de la tragedia ocurrida el sábado, justo antes de que los jugadores de Apo intentaran jugar a la pelota. ¿Qué pasó? El autodenominado “coche de los códigos” se presentó en la sede habitual pero sin los famosos y clásicos bocinazos. Con esa entrada tibia, la gente comenzó a pensar que algo andaba mal. En efecto, el capot del automóvil rojo se levantó y su dueño, ahora de pelo corto, comenzó a darle de tomar agua porque se lo veía cansado.

Parecía que todo había quedado ahí, los autos arrancaron en una pequeña caravana hacia devoto. Pero ocurrió lo inesperado. El 205 comenzó a elevar su temperatura y después de 20 cuadras pidió el cambio. Fue reemplazado por un 405 que, NS Tech mediante, no falla nunca.

¿Habrá sido casualidad? Lo cierto es que sin la presencia del 205 Apo volvió a conocer la derrota después de varios partidos y jugó uno de los peores encuentros de los últimos tiempos. Algunos dicen que el famoso auto rojo es cábala. Otros comentan que la temperatura que levantó fue toda la que absorbió de los pechos de los jugadores…
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