martes, 3 de enero de 2012

Domingo a la tarde. Cuatro personas que no tenían nada mejor que hacer agarraron el auto y se encaminaron a Cabildo 3432. Subieron las escaleras y se sentaron a observar. Dentro de la cancha, dos equipos se disputaban el título de la liga F en un mano a mano que prometía. El comienzo fue parejo y los dos equipos igualaban 1 a 1, pero los vestidos de amarillo sacaron ventaja y se escaparon de su rival, que no supo como remontar el partido y cayó derrotado. Los muchachos de amarillo festejaron y las cuatro personas que habían presenciado esa final bajaron las escaleras camino a sus casas.

Seis meses más tarde, en la misma dirección, el cuarteto ya nombrado arribaba a La Terraza, esta vez acompañado por todos los integrantes del equipo al que ellos pertenecían. Todo comenzó igual, volvieron a subir las escaleras y se quedaron observando, esperando. Adentro se enfrentaban dos equipos totalmente distintos a los de la última vez, y no se disputaban el título. Los Pibes de Madonna ganaban el partido por 1 a 0 y esto dejaba sin chances a su rival, Munro, que precisaba una victoria para seguir en carrera. Restando pocos minutos pasó lo que todos esperaban. Munro logró el empate y se puso en ventaja: 2-1 y final.

Dentro de una bolsa relucían las brillantes armaduras de los 4 jinetes y su ejército. Los 8 guerreros se enfundaron en cotas de mallas rojas y negras y salieron al campo de batalla a disputar una nueva final. En el Señor de los Anillos, la mejor batalla y la más emocionante está en la segunda parte (Las Dos Torres), más precisamente en el Abismo de Helm. Apo Apo ya había superado SU Abismo de Helm en los anteriores domingos y ahora lo único que restaba era pasar por la puerta negra. Enfrente, ocho orcos y afuera todos expectantes.

El match fue parejo, Apo atacaba la fortaleza del rival que defendía y complicaba de contra. Con el 0 a 0, la guerra no iba a terminar ese día. Los de Santos Lugares se pusieron en ventaja con gol de Pablito pero rápidamente Pechugas Larú encontró el empate. Similar fue la situación cuando Xavi metió el segundo y un centro venenoso de un rival se clavó en el segundo palo: 2-2 y al descanso.

El segundo tiempo también fue muy disputado. Apo ya a esta altura jugaba el peor partido del Campeonato en general y no tenía la claridad ni el juego de siempre. Y cuando no se puede jugar bien solo queda meter, dejar la vida y, como en este caso, sacar chapa de campeón. El equipo de la Modelo sacó su arma secreta, la más pesada de todas e inclinó la balanza. Ese arma que tenía 7 títulos y que pasó por blanco, rojo, negro, pechera, sponsors y que en el futuro va a ser amarilla. La última batalla se ganó con la camiseta (o armadura) y con el deseo de todos de sumar una estrella más. En el campo, un penal polémico simplificó el trámite del partido. El Aragorn de este equipo se hizo cargo para llevar a su ejército a la victoria. Y llegó el momento de defender.

Los 4 jinetes del principio de esta historia lideraron al ejército de Picón. Omi “Légolas” Freire (básicamente por las orejas sino sería otro personaje) fue el patrón una vez más, pero esta vez con el agregado de que puteó a uno por uno para que jueguen por abajo y pierdan un poco ese nerviosismo que generaba estar tan cerca de la gloria. Xavi “Gandalf” Beltrán dejó de lado su varita mágica para hacer el trabajo sucio junto con sus compañeros, aunque cada tanto agregó algún destello de luz. Pablo “Gimli” Beltrán volvió a sacar una pelota complicada en un tiro libre que era el tercer empate rival y de la mano de su compinche Légolas se cansaron de hacer la jugadita de la cabeza.

Pero a la puerta negra no se puede llegar si no tenés un as en la manga. Mientras todos luchaban y el ojo de Sauron (también los ojos de Madonna y de Munro y de algunos más) estaba puesto fijo en el campo de batalla, fue cuando ocurrió. El Frodo de esta historia se escapó y no hubo Gollum que pudiera pararlo. Cruzó el remate y derribó al ejército de orcos y a cualquier fantasma “Parquenortero” del pasado. El gol de Pablito liquidó el partido y la paz y la tranquilidad comenzó a aparecer en cada uno de los personajes de esta historia. Un espadazo más de Aragorn nuevamente de penal desencadenaría ya el grito de “Dale campeón”. 

Saliendo un poco de la fantasía, Apo Apo se consagró campeón por octava vez en su historia, y vale recalcar que es la sexta vez que lo hace de manera invicta. Contando los partidos de los torneos que terminaron con vuelta olímpica, el equipo de Santos Lugares solo perdió dos, en “+3” con Noche de Gordas y en “Animate” frente a La Lucía este mismo año. Es la primera vez que consigue dos títulos en un mismo año (La final de obras se jugó en 2010 pero pertenece a 2009, sino hubiese sido doblete con MC) y la segunda que consigue dos títulos en semestres corridos.

En fin, dicen que grande se nace, y Apo nació campeón. Pero la grandeza se logra con el correr de los años y este club sigue demostrando que no pierde el hambre y siempre va en busca de la gloria. Ese domingo en La Terraza, un nuevo plantel de Apo Apo renovó la mística del 2004 y le regaló una estrella más a la gente. Ese domingo un grupo de personas levantó la copa por la que tanto luchó a lo largo de seis meses. Ese domingo una comunidad se regaló la alegría de brindar el 31 y de pedir por un 2012 todavía mejor. La comunidad que formaron: Chan, Picón, Chino, Pablito, Omi, Ema, Cuervo, Felule, Fabi, Bilo, Cheto, Pájaro, Rey, Edu y algunos más. La comunidad del octavo anillo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen porro se fumaron...

Anónimo dijo...

alto churrinche